Después de pasar años escuchando maravillas de los pseudodocudramas del inepto Michael Moore, un manipulador del montaje barato que gana a las masas gracias a su discurso facilón, uno ve "deliver us from evil" y se pregunta muchas cosas.
La más alarmante y preocupante, es porqué todos los grupos informativos que le chupan el culo a Moore han pasado totalmente de este documental, hora y media sin trampa ni cartón, con testimonios reales y, repito, sin manipular.
"Deliver us from evil" trata sobre los abusos a menores que los sacerdotes americanos han perpetrado (y perpetran) y de los altos estamentos de la iglesia que aprueba esas conductas y cara al público se niega a reconocerlas, aunque los propios majaderos confiesen por escrito. En concreto se centran en Oliver O'Grady, que narra sin complejos y sin atisbo de arrepentimiento como abusaba de niños. Trás confesar en una carta a su arzobispo, este le traslada a una parroquia a unos 70 kilómetros. Vuelve a pasar y le vuelve a trasladar. Y así 4 veces. Increible pero cierto. La historia continua y es terrorífica. Y lo que da más miedo es que el tipo está libre, sonriendo a la pantalla y dando clases de como vivir la vida.
El demonio haciendo declaraciones.
Lo interesante del documental es ver como sus jefes le cubrieron, y como sentencia una de las últimas frases del metraje, que nos informa que el propio Papa (el actual que parece Palpatine) fue acusado de conspiración por encubrir el abuso sexual en Estados Unidos y que a petición del Vaticano Bush le dio inmunidad ante cualquier acción judicial.
Libranos del mal. Falta nos hace.
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