Gone Baby Gone, la letra pequeña del código moral



Ben Affleck lleva unos cuantos años paseándose por la cartelera con más pena que gloria, si intento pensar en alguna película en la que estuviera poco más que decente solo se me ocurre "Persiguiendo a Amy". El chico lo ha intentado en casi todos los géneros, siempre con resultados justitos. Demasiado crédito para un actor tan limitado.
Ahora se estrena como director con "Gone Baby Gone", un film con argumento (inicial) de telefilm de sobremesa. Y menuda sorpresa. Desde el primer momento Ben Affleck encuentra el tono de la historia, el secuestro, la prensa y la presentación del detective perdedor, un Casey Affleck que le da un aire de dejadez milimétrica al que le acompaña una Michelle Monaghan preciosa que no consigue darle a su personaje la entidad que requiere.
La historia del secuestro acaba a la hora de metraje, luego entramos en un estudio de la maldad del ser humano, en la eterna pregunta de si el fin justifica los medios. Basada en una novela de Dennis Lehane, el ambiente de (su otra obra llevada al cine) "Mystic river" está presente y se nota que Ben Affleck ha visto el film de Eastwood unas cuantas veces. Y ojo, que no lo digo para desmerecer su labor como director, sino todo lo contrario. "Gone Baby Gone" deja momentos de gran cine, la escena de la azotea con la muerte de uno de los protagonistas y el otro frente a el, en un plano abierto, es para aplaudir. Igual que aquella en la que el personaje de Casey Affleck toma la decisión y en segundo plano, a cámara lenta llegan los coches de policía. Cine del bueno.
Es cierto que el mensaje moral estropea un poco el conjunto, en "Mystic River" los malos ganan, mientras que aquí no se sabe muy bien el resultado final, ciertos comportamientos de ciertos personajes chirrian un poco. Sobre todo el de la Monaghan, poniendo al protagonista en un dilema inesperado por lo poco la chica había participado en la trama, ese ultimatum está fuera de lugar. El personaje no tiene la suficiente entidad para permitírselo.

Aparte del genial hermano menor de los Affleck y la irregular Monaghan, cabe destacar a un enorme Ed Harris, con una presencia tan imponente que hace que antes que pronuncie una palabra (en inglés) ya se merece un oscar. El resto del reparto funciona a la perfección, aunque la presencia de Morgan Freeman en un (a priori) papel tan menor hace que el espectador aventajado se huela el final.

"Gone Baby Gone" es una magnífica película, de lo mejor del año pasado. Una pena que sus pequeños fallos en cuanto a guión (o montaje) que trastocan algo el ritmo empañe un poco el resultado final. Ojo con Ben Affleck, parece que por fín a encontrado su lugar en esto del cine. Y que no se desvíe, por favor.

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