Cloverfield, movimiento antitrama

Hace ya bastantes años, "el proyecto de la bruja de Blair" irrumpía en un medio apenas aprovechado por el cine, el uso de internet como mecanismo publicitario masivo. La película era mala con ganas, una tontería de bajo calibre que decepcionaba por su nulo interés, su falta de guión y una sensación a tomadura de pelo importante.
No he visto "REC", hace ya tiempo que me prometí que no vería nada que firmara el incompetente Jaume Balagueró, pero por lo que he leído es un mareo de cuidado.

"Cloverfield" comparte con ellas la cámara en mano, ese mareo constante que supuestamente le da credibilidad a la historia, nos metemos en la piel de los personajes y vemos lo que ellos ven. A los 10 minutos el espectador está hasta las narices de la fiesta, un arranque innecesariamente largo, pierde el tiempo en presentar a unos personajes que acaban dándonos igual. Bueno, en realidad logra el efecto contrario. Desde el principio tienes ganas de que el personaje que lleva la cámara sufra una muerte lenta y dolorosa, una cosa es querer dar la sensación de grabación casera y otra muy diferente es que se grabe todo como con parkinson. Yo he grabado y la imagen no se movía ni la mitad. Así, da igual que corran, que esten parados, que salten o que se tiren al suelo. Todo tiene el mismo movimiento.
Superada la fiesta empieza la película. El primer ataque está muy bien planteado, esa cabeza de la estatua de la libertad, edificios cayendo y polvo de ladrillos (en una descarada referencia a las imágenes del 11-S). La confusión aquí esta justificada y queda bien. Desde aquí, hay dos o tres escenas impresionantes. El ataque en el puente es escalofriante, así como el momento en el que los protagonistas van hacía el monstruo y vemos al ejercito lanzando cohetes mientras los aviones bombardean al bicho.
Luego hay una pequeña pausa en el metro, donde uno de los personajes se nos muestra humano y a los otros parece que la muerte de sus amigos les da exactamente igual, a la vez que se empeñan en ir a rescatar a otro que apenas conocen. Absurdo, sí. Tanta fiesta y todo lo que allí nos habían mostrado cae en un contrasentido ridículo.
Allí también encontramos a esos bichitos que acompañan al grande, que ni se parecen. Son más bien unos aliens del todo a 0,60.

Los actores malos, lo único que se puede decir de ellos es que son todos muy monos y que uno se parece a Michael Vartan de Alias.

"Cloverfield" falla en sus propias virtudes. La cámara en mano da una sensación muy lograda en las escenas de acción, pero resulta ridícula en las escenas paradas, donde los personajes no logran llevar a flote una trama absurda. Una pena, porque si hubieran combinado un formato con otro el resultado habría sido brillante, de una genialidad solo alcanzada en un final dramático, 10 minutos donde el monstruo toma el protagonismo y "cloverfield" muestra lo que podría haber sido.