1408, terror alargado

Como idea, "1408" no está nada mal. El guión tampoco contiene grandes errores, diez minutos para presentar al protagonista, insinuarnos sus grandes problemas y mostrarnos como le van las cosas. Llega al hotel en el que sucede gran parte de la trama y encontramos el primer pero. Samuel L. Jackson. Un gerente sobreactuado en su pasividad (como el 90% de las interpretaciones de Jackson), que advierte unas veinte veces al protagonista que no entre en la habitación. Unos diez-quince minutos. Ya no vemos a Samuel más hasta un plano final ridículo e innecesario. Y ponen su nombre en el cartel con las letras y la situación al mismo nivel que el de Cusack. Cosas del caché.
Seguimos. El protagonista entra en la habitación y se tira el necesario rato en el que no pasa nada. Luego pasan un montón de cosas. Demasiadas.
Como decia antes, la idea inicial es interesante. Interesante para 40-50 minutos, para un episodio de "Twilight Zone" o de "Amazing Stories". Una vez arranca el miedo se convierte en una espiral de sobresaltos demasiado irregulares. Hay un giro en la trama que te saca de la película y no vuelves a conectar (la primera salida de la habitación, un recurso de sorpresa facil que resulta ser demasiado pesada por absurda). No hay historia para sostener hora y media.

John Cusack bien como siempre, nunca ganará un oscar pero no le hace falta. Un actor que encarna a la perfección al tipo corriente, sin grandes alardes y con el carisma justo para ganarse al público. Samuel L. Jackson pasó a por el cheque y supongo que se lo dieron.

1408 es el resultado de querer alargar una trama que con la mitad de tiempo se puede contar mucho mejor. Un ejemplo de lo que pasa cuando estás empeñado en convertir un buen episodio en un forzado largometraje.