En 2004, Michel Gondry estrenaba en los states "Eternal sunshine of the spotless mind", una de las últimas joyas que ha dado el séptimo arte. Una forma de ver el amor diferente a lo que nos tienen acostumbrado, y con toda certeza mucho más cercana a la realidad. Arriesgada y sin concesiones, la película era un ejemplo de cine que hace pensar sin caer en la pedantería.
Allí Gondry tenía un guión escrito por otro y se notaba como eso controlaba su estética, Kaufman había planteado la historia al milímetro y el director la metió en su mundo. El resultado fue brillante.
Ahora llega "Science of sleep" y es probable muchos de los que disfrutaron de "Eternal..." no sepan como encajarla. Gondry concibe la estética como un personaje más, tiene la misma importancia que los dos protagonistas. Ya en la escena inicial nos da un aviso de lo que será el resto de la película, un ir y venir de sueños y realidad, de papel de celofán e imágenes evocadoras. Entramos en el surrealismo del director, que nos ofrece momentos memorables (la máquina del tiempo es simplemente genial) y otros un tanto recargados (el protagonista "cocinando" sueños).
Lo que sería un error es compararla con "Eternal...", las dos son historias de amor pero con planteamiento totalmente opuesto. "Science of sleep" es más modesta, no busca que nos planteemos nada más allá de disfrutar del cine y reirnos un rato. Y lo consigue.
Gael García Bernal está enorme en el papel del Stephan, puede que esa pinta de atontado que suele tener en todas sus películas ayude a que nos creamos su personaje desde el principio, parece escrito a su medida. Charlotte Gainsbourg cumple con nota, su Stephanie es como debe ser, ni más ni menos. Si sumamos unos personajes secundaríos muy bien planteados e interpretados (por ejemplo el compañero de Stephan, gracioso sin caer en la pesadez) tenemos un reparto ideal para lo que nos cuenta la película.
Si has visto algún video musical de Gondry, te puede hacer una idea aproximada de lo que es "Science of sleep". Puede que la historia no tenga peso y que el envoltorio sea más importante que el contenido, pero no veo que sea un problema. Yo he disfrutado viéndola, no todo el cine independiente tiene que ser trascendental o sesudo. Mal que le pese a muchos.
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