Alias season 4, end of Rambaldi


Acabo de ver el último capitulo (doble) de la cuarta temporada de Alias y parece que todos los cabos están atados. El lio Rambaldi ha concluido, la profecia decía que las dos hermanas se enfrentarían y así ha sido, Irina ha vuelto a la vida (cuanta gente ha resucitado en Alias?) y Jack ha limpiado su conciencia.
La temporada empieza mal, episodio autoconclusivos que no llevan a ningún sitio, aunque hay alguno que está curioso la serie no se parecía en nada a las (muy grandes) temporadas 2 y 3. Solo la subtrama "padre de Vaughn" y la fugaz aparición de Julian Sark mantenian el interés.
Allá por el capítulo 12 volvemos a la trama Rambaldi y todo empieza a ser como antes, pero con reservas. Está claro que nunca han tenido más de dos guiones de episodio escritos, se notaba que J.J. Abrams y su gente cambiaban los acontecimientos a su gusto, pero tenían cierta "coherencia" (si se puede mencionar esa palabra al hablar de Alias).
Aquí, por ejemplo, la antes mencionada trama del "padre de Vaughn" queda en anecdota y está muy mal cerrada. Lo mismo pasa con detalles que no acaban de convencer.
Aún así, esa recta final, con el apogeo zombie en rusia es excelente, un ejemplo más de que Abrams es uno de los nuestros.

Para la quinta y última temporada ese minuto final, con Vaughn confesando un gran secreto y el impactante (nunca mejor dicho) accidente que deja al espectador en estado de shock.

Es bueno que Alias acabe en la quinta temporada, pase lo que pase en ella ya estaba dando muestras de agotamiento. Para sus fans, siempre será mítica, cuando Alias te atrapa tiene el extraño don de que no puedes dejar de verla, te lo crees todo y lo pasas en grande. A ver que programa de televisión tiene espias, acción, tramas imposibles, personajes duplicados y a villanos de la talla de las Derevko, Sloane o el genial Julian Sark.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
La cuarta temporada se salva por ese final en Sovogda y la resolución Rambaldi. Lástima que la presencia de Sark sea tan esporádica.

La quinta, reverendo, tres cuartos de lo mismo, pero peor. Mírate el primer episodio y salta hasta el 13, hazme caso, porque lo que ocurre en medio no es Alias.

Los cinco últimos episodios son de los más brillantes de la serie (se acercan a la segunda temporada), con un Abrams en plena forma y un broche final de antología.